Las almas como la de María ignoran el lenguaje mundano del amor; pero se doblegan estremeciéndose a la primera caricia de aquél a quien aman, como la adormidera de los bosques bajo el ala de los vientos.
( Maria, Jorge Isaacs)

No soy mas que la misma flaca de siempre. ¿ Te acuerdas de mí?



viernes, 24 de junio de 2011

De adioses hace tiempo


Apareció etéreo y ella exhalo su presencia de amanecer borrascoso.
Como cuando un crio ve partir a su madre, así se dilataban los ojos de Sara al decirle un adiós entre la mudez de sus labios. 
Esos pétalos ajados que un dia se recrearon pícaros en el cuerpo efímero de aquel hombre de ojos verde huraño, volvieronse sangre y tierra, fuego y olvido.


Venatrix
Junio de 2011