Las hojas me observan
Se notan tan secas
Y el viento las desliza
Acariciando las piedras olvidadas,
Yo entre ellas
Tan postergada
Tan sucumbida en la tierra
Tan áspera, tan impía.
Caigo de pie puntillas
En el deseo de reconocerme
En el verdor de la vereda
De los ojos distantes que siento míos,
De la piel efímera ardida en el ensueño.
Y caigo de pie puntillas
En la duda de la certeza,
En la fecundidad de no saber
Cuando nacerá en mí otro Tú,
En la incertidumbre de que algún día
Sea mi YO el viento entre las hojas y las piedras.
Venatrix
Mayo 26 de 2011