precipitándose inocente
en el cálido abismo de tu garganta
hasta emerger como Vulcano
por tus poros y tus ojos desorbitados.
Desdichado el licor emanado de mi vientre,
cuando busca en medio de la nada y su distancia
el abismo sin fondo
con tus labios por custodios.
¡Oh! Vino huérfano
del paréntesis de mis piernas,
se derrama pálido y nervioso
sobre sabanas muertas.
Hoy noche, hoy madrugada
Mi ombligo puerta de entrada
¡Ven amor mío! Siéntate al banquete.
Venatrix
Diciembre 21 de 2009
2 comentarios:
Esto es bellísimo... un erotismo cuidado, trabajado, es ver la piel cubierta de un tul que invita a imaginar...
Ohhh!! qué decirte! me encantan los textos tan sutilmente trabajados, con metáforas bien incluidas en la descripción.
Se sienten las ganas de que alguien venga a sacierse con la ofrenda jaja...
Besos!!
Hermoso Dianita, me encanta ese sutil erotismo...
sabes que me encantan los versos que te fluyen y me visitan...
gracias.
besos
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