jueves, 5 de septiembre de 2013
Eternos en el infinito
Te camino en un puente
de millones de palabras
ahogadas en mi garganta,
de solsticios invernales,
de quimeras y arco iris.
Montañas, valles,
planicies de olvidos fecundos
hieren como espinas
y el grato aroma de la sangre renegrida
de la pesadumbre y las culpas suicidas
se disipan, se unen al unísono de la eternidad
donde somos uno,
el todo, tú , yo, ellos, ellas
en soplos de existencias,
vida ligera, muerte temprana,
polvo cósmico en las entrañas de tus venas.
Eres tu-yo el Dios, el todo poderoso
por los siglos de los siglos del destiempo.
Amén.
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