engulliste mi corazón sin recelo,
antes de poder detenerte
ya habías atado la voluntad del mañana.
Mujer oscura y brillante
mujer de bronce enmohecido
¿cuántos han sido los fuegos apagados en tu seno?
Mujer de éter
vienen por ti
la ola embravecida,
el lobo y la serpiente,
pero tú, intocable
con tus muecas de victoria
dices mi nombre
dejándome sumiso
paladeando mi desesperación
y melancolía.
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