Apareció etéreo y ella exhalo su presencia de amanecer borrascoso.
Como cuando un crio ve partir a su madre, así se dilataban los ojos de Sara al decirle un adiós entre la mudez de sus labios.
Esos pétalos ajados que un dia se recrearon pícaros en el cuerpo efímero de aquel hombre de ojos verde huraño, volvieronse sangre y tierra, fuego y olvido.
Venatrix
Junio de 2011
viernes, 24 de junio de 2011
De adioses hace tiempo
Etiquetas: Pesudohistorias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
bella!
aùn te sigo desde la oscuridad
Un poema como perfume fragantísimo... flaca eres sin pensar en ser lo que ya estas siendo
Publicar un comentario