Las almas como la de María ignoran el lenguaje mundano del amor; pero se doblegan estremeciéndose a la primera caricia de aquél a quien aman, como la adormidera de los bosques bajo el ala de los vientos.
( Maria, Jorge Isaacs)

No soy mas que la misma flaca de siempre. ¿ Te acuerdas de mí?



jueves, 23 de julio de 2015

la morada del tiempo




Llegan todos con sus manos de rosa,
la boca cargada de carcajadas y bienaventuranza.

No cabe uno más en la casa.

Un cordel invisible de recuerdos
anuda los corazones escondidos
en la azotea,
con sus amores encendidos,
sus besos secretos.

A la tarde,
la partida, el abandono,
el bullicio despidiéndose
con gestos perpetuos
en cada primavera.

En la noche,
la soledad siguiente,
cada uno marchándose
con su máscara,
su beso oscuro.

Cierro la puerta
a las copas rotas,
a la nostalgia callejera,
a un par de silencios irrompibles,
a la desolación.
Y olvido.

No hay uno más en la casa.
Vacía ya
llora la vida su misma pena.


Dianher