Las almas como la de María ignoran el lenguaje mundano del amor; pero se doblegan estremeciéndose a la primera caricia de aquél a quien aman, como la adormidera de los bosques bajo el ala de los vientos.
( Maria, Jorge Isaacs)

No soy mas que la misma flaca de siempre. ¿ Te acuerdas de mí?



lunes, 21 de diciembre de 2009

Coctel para dos



Dichoso el vino que saborea tu boca
precipitándose inocente
en el cálido abismo de tu garganta
hasta emerger como Vulcano
por tus poros y tus ojos desorbitados.

Desdichado el licor emanado de mi vientre,
cuando busca en medio de la nada y su distancia
el abismo sin fondo
con tus labios por custodios.

¡Oh! Vino huérfano
del paréntesis de mis piernas,
se derrama pálido y nervioso
sobre sabanas muertas.

Hoy noche, hoy madrugada
Mi ombligo puerta de entrada
¡Ven amor mío! Siéntate al banquete.


Venatrix
Diciembre 21 de 2009

sábado, 19 de diciembre de 2009

Imperfecta



(Evocando a los grandes)


Yo, fulana de mí, me declaro imperfecta.
Imperfecta de mi caminar sin fin,
de mis vaticinios insensatos,
de mis lágrimas pueriles,
de mi vientre inerte.
Imperfecta de mi yo-yo y mis yo-llades.
de mi yo pasión,
de mi yo distante
de mi yo tristeza,
de mi yo esquizoide,
de mi yo añoranza,
de mí y mis yo nefastos e infieles.

Yo, fulana de mí
me declaro perfectamente imperfecta
de quererte con mis yo y sus yo-llades imperfectas,
soy culpable de todo, e inocente de nada
con mi yo-yo y mi yo-tú que del sueño se escapan.

Mi yo-yo que de cuando en cuando lo liba mi yo- tú
se hace soslayo en mi yo ego-ismo
fenecido en el cinismo y su sincretismo
para mostrarme en un hálito
de mis más íntimos yo
que no son yo.
…yo,¡ he dicho!


Venatrix
Diciembre 19 de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Qué hay detrás de una disculpa, de un perdón?



Alguna vez te has puesto a pensar ¿por qué ofreces disculpas? O
¿Por qué exiges que te ofrezcan disculpas?
¡Es el ego dueño de tanta conveniencia!
Cito entonces a Piaget haciendo una extensión de su teoría del egocentrismo a la edad adulta:
“los niños hasta los 3 ó 4 años tienen dificultades para retomar la perspectiva de los otros cuando no coincide con la propia. Ellos fácilmente tienden a ver las cosas desde su propio interés y no se percatan de que pueden existir otros.” Por lo visto, y lo vivido parece que eso a veces no terminara a los 3 o 4 años.
Será entonces que quien ofrece disculpas no lo hace realmente por que le importe el daño causado a otros, más bien lo hace porque eso a lo que llama cargo de conciencia no le permite desvanecer la ansiedad dejada al creer en la magnitud del supuesto daño que ha hecho, es como aquellos que dan limosna para sentirse buenos ciudadanos, para así estar más cerca del reino de Dios a la hora de la hora, eso una forma de disminuir su culpabilidad con el mundo; acaso ¿no se siente menudo descanso cuando se ofrece disculpas? Podría mencionar varias situaciones:
El cónyuge infiel pide perdón temiendo perder cosas, recuerdos, estabilidad, estatus social,…
-El violador pide perdón con lágrimas por que no desea perder la “libertad”,
-El amigo desea subsanar el error porque es difícil conseguir confidentes, camaradas y no quiere parecer como mal amigo ante otros.
-la persona que esta siempre de mal genio podría derretirse pensando en pedir perdón, aunque no lo hace porque eso realmente le pondría peor, pedir perdón a diario sería demasiado para su ego espinado.
-y ni que decir de los irascibles que se la pasan dañando todo a su paso, se ponen aun más coléricos cuando no se pueden auto perdonar, será entonces que lo realmente valido, verdadero, aceptable es auto perdonarse y como no se logra hacerlo por cuenta propia, se quiere que con el perdón que den los demás llenar el vacío y matar el sentimiento de culpabilidad.
Pero a pesar de los muchos “ te pido perdón” el daño simplemente está hecho y no cambiara nada, bueno cambiara el hecho que no te sentirás culpable y quizá el afectado también rindiendo culto al ego puede tomar la opción de realmente aceptar el perdón para poder decirse a el mismo: “si ve, le toco pedirme perdón”, pero para aquel que solo le importa las malas consecuencias que le dejaron y que le importa nada en absoluto si le piden perdón o no, podría pasar a través del tiempo recordando con desdén el daño que le han hecho, tal vez pensando en cómo devolverle el codazo. Es por eso que puedes escuchar en cualquier lugar personas que dicen:
“yo lo perdone, pero al recordar lo que me hizo siento rabia y dolor”
“no me puedo perdonar el daño que le hice, fui muy injusto(a) al tratarlo (la) de esa manera”…

Así que la próxima vez que quieras pedir perdón puedes primero preguntarle al afectado si le sirve de algo las disculpas o más bien te abstienes de perder el tiempo con palabras de cajón, baratijas sociales de la absurda simulación de dolor ajeno, de sentimiento de culpa que no tiene de fondo más que el beneficio individualista, egoísta…

Por más que pidas perdón el daño hecho, hecho está
Pedir perdón es solo una costumbre de la cual te puedes beneficiar demasiado.


Venatrix
Diciembre 02 de 2009